Soy bastante aficionada a las infusiones, tanto en invierno como en verano, me encanta investigar y crear mis propios sabores pero en esta ocasión he hecho una recopilación de las que ya vienen preparadas.
El té verde no me puede faltar porque además de tener muchas propiedades es el sabor que más me gusta.
El té verde ayuda a reducir el riesgo del cáncer, ayuda a
prevenir enfermedades del corazón y derrame cerebral al reducir el nivel del
colesterol. Contiene antioxidantes conocidos como polifenoles que atacan a los
radicales libres lo que significa que ayuda a combatir los efectos del
envejecimiento y promueve la longevidad. También ayuda a prevenir y a reducir
el riesgo de artritis reumatoide, por su alto contenido de fluoruro ayuda a
mantener los huesos fuertes y a preservar la densidad ósea, ayuda a fortalecer
la memoria, entre otros muchos beneficios…
El Té Chai es mi favorito sin ninguna duda, aunque no suelo tomarlo muy a menudo porque el té negro es muy excitante y me produce insomnio. Contiene muchísimas especias: Canela, raíz de achicoria, jengibre, cardamomo, vainilla, hojas de zarzamora, clavo, anís estrellado, pimienta negra.
El té negro despeja la mente y ayuda contra la fatiga. Es saciante.
El Rooibos normalmente me lo tomo por la noche y este concretamente con una cucharadita de cacao puro.
Ayuda en los
trastornos digestivos e intestinales.
Fortalece los
dientes y huesos.
Tiene efecto
antioxidante y anti radicales
libres.
Es bueno para
algunos problemas de la piel.
Es remineralizante.
Es equilibrante del sistema nervioso.
Y por último la Cola de Caballo que le echo un trocito de jengibre y una hoja de menta.
La cola de caballo se utiliza para la "retención de
líquidos” (edema), los cálculos en el riñón y en la vejiga, para las
infecciones del tracto urinario, la incapacidad para controlar la orina
(incontinencia) y para trastornos generales de los riñones y de la vejiga.
También se utiliza para la calvicie, la tuberculosis, la ictericia, la
hepatitis, las uñas quebradizas, las enfermedades de las articulaciones, la
gota, la artrosis, la debilidad de los huesos (osteoporosis), la congelación,
la pérdida de peso, para los períodos menstruales prolongados y el
sangrado sin control (hemorragia) de la nariz, pulmones, o del estómago.
Se puede aplicar directamente sobre la piel para tratar heridas y quemaduras.
